sábado, noviembre 10, 2012

¿Por qué se revisan las partidas perdidas?


Más de alguna vez un alumno me ha preguntado esto, pensando que sólo puede ver sus avances en el tablero exclusivamente con las victorias. Existe también una especie de negación del subconsciente para aceptar los errores de una mala partida y aquellas pasan rápidamente al olvido. Típico es el caso del estudiante que no quiere mostrar a su entrenador una partida específica que ha perdido de manera estrepitosa porque califica sus jugadas como errores infantiles, negándose al mismo tiempo a aceptarlos.


El ajedrez tiene una ventaja única en comparación a otras disciplinas deportivas ya que se puede llevar un registro de todo lo que va sucediendo en el tablero mediante la anotación de las jugadas, siendo esto una norma obligatoria en las competencias oficiales de la Federación Internacional de Ajedrez. De esta manera, el jugador de torneo puede repasar posteriormente en casa la partida con ayuda de algún programa informático, o bien analizarla con alguien de mayor nivel que le indique los errores. Si comparáramos esto con otros deportes como por ejemplo el fútbol podría ser el equivalente a tener varias cámaras grabando toda la cancha durante un partido para después poder repasar en una pantalla gigante en cámara lenta lo que hacía cada jugador en todo momento, ver en detalle cada patada al balón o maniobra táctica para llegar al arco contrario.
Un buen camino para progresar en ajedrez es analizar los fallos que se cometen durante partidas de competición con el propósito de no volver a repetirlos en el futuro. Al respecto el ex-campeón mundial Botvinnik señalaba que se aprendía más de una partida perdida que de 100 ganadas. Muchos entrenadores entienden bien esto, recomendando a sus alumnos que siempre cuando se pierda una partida de torneo se le pregunte al rival en qué se equivocó. Es una muestra de humildad y además probablemente el ganador, contento con el resultado, le indicará alguna variante o consejo, transformando la experiencia adversa en una situación provechosa para el progreso ajedrecístico.

1 comentario:

Dan Villablanca dijo...

Excelente maestro. ¡Sigue así!